La malla de acero expandido en forma de diamante está hecha de placa de acero con bajo contenido de carbono de alta calidad mediante perforación y estiramiento para formar una pantalla de malla de acero expandido. Colores disponibles:
Con la utilización a gran escala de la generación de energía fotovoltaica, el reciclaje de módulos fotovoltaicos fuera de servicio y usados se ha convertido en un problema cada vez más importante, y también ha generado enormes oportunidades de negocio para la industria. Hoy en día, esta industria emergente se encuentra en vísperas de un brote.
1. Reciclaje de componentes: necesidad y urgencia coexisten
Con el deterioro del medio ambiente mundial y la intensificación de la crisis energética, el pico de emisiones de carbono y la neutralidad de carbono se han convertido en un consenso mundial. Como una de las vías principales para que los países alcancen los objetivos climáticos, la nueva energía fotovoltaica, cuya capacidad instalada está creciendo rápidamente.
En 2021, la capacidad fotovoltaica recién instalada a nivel mundial alcanzará los 183 GW, un aumento interanual de más del 30 %. Según BNEF Bloomberg New Energy Finance, esta cifra aumentará a 334 GW para 2030. Como el país con el desarrollo más maduro de la industria fotovoltaica, la capacidad instalada acumulada de generación de energía fotovoltaica de mi país ha superado los 200 GW. La capacidad instalada de generación de energía fotovoltaica en el futuro, sin duda, pasará de la era de los GW a la de los TW.
Pero, al mismo tiempo, la aplicación a gran escala de la generación de energía fotovoltaica ha conducido inevitablemente al reciclaje de módulos fotovoltaicos desechados.
Según un conjunto de datos pronosticados por la Agencia Internacional de la Energía, en 2030, el reciclaje mundial de módulos fotovoltaicos alcanzará aproximadamente 8 millones de toneladas, lo que marcará el inicio de una ola de reciclaje. En 2050, casi 80 millones de toneladas de módulos fotovoltaicos en todo el mundo entrarán en la fase de reciclaje.
Entre ellos, China se enfrentará a la necesidad de reciclar hasta 1,5 millones de toneladas de módulos fotovoltaicos en 2030, y alrededor de 20 millones de toneladas en 2050, lo que equivale a 2.000 veces el peso de la Torre Eiffel.